Reducción de jornada y nuevas reglas contra acoso laboral: los desafíos que deja para los abogados y la DT
"40 horas" y Ley Karin están pronto a debutar y son parte de las conversaciones al interior de las empresas y sindicatos. Capacitación y diálogo aparecen como las claves para enfrentar de buena manera los cambios.
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Un calendario lleno de hitos tienen este año las empresas en materia laboral por los diversos cambios que entran en vigencia. La Ley de Conciliación de la vida personal, familiar y laboral comenzó a regir desde el 29 de enero. Pero también, es inminente la puesta en vigor tanto de la reducción de la jornada laboral (el 26 de abril) como la ley Karin sobre acoso sexual, laboral y violencia en el trabajo (1 de agosto).
Estas nuevas normativas fueron las protagonistas del primer encuentro del año de la comunidad de Entre Códigos de DF, denominado “2024: Cambios en las leyes laborales que movilizarán a las empresas”, organizado en conjunto con los estudios Recabarren & Asociados, García Nadal y la Universidad Adolfo Ibáñez.
Las dudas que se abren y los desafíos que se asoman tanto para empresas como sindicatos fueron las claves de la conversación que reunió a destacados abogados y al actual Director Nacional del Trabajo, Pablo Zenteno, quien aseguró que están tomando medidas de gestión interna y externa para poder tener una buena implementación de todos estos cambios.
“No solo cambió la ley, también cambió el criterio (...) pusieron el tema de la automatización”, señaló Jorge Arredondo.
“La idea es que antes del 26 de abril haya un diálogo con los sindicatos”, manifestó Wendoling Silva.
“Hay muchas preguntas. Ha sido un gran tema que no se ha abarcado de la manera correcta”, indicó Jorge Montes.
40 horas y debate por trabajadores excluidos de la jornada laboral
Frente a la legislación que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, más conocida como ley de 40 horas, que inicia la primera fase de disminución de horas de trabajo, la socia en AsesoriasLaborales.cl, Wendoling Silva, recalca que “la idea es que antes del 26 de abril haya diálogo con los sindicatos, sin perjuicio que también, hay otras materias donde es clave la incorporación de los sindicatos, por ejemplo, para algunos acuerdos que puedan permitir una mayor flexibilidad o distribución de jornada.
Pero parte relevante de la conversación estuvo en la aplicación del polémico inciso 2° del artículo 22 del Código del Trabajo, el cual regula a los trabajadores que están excluidos de jornada. “Estamos todos aquí, con muchas preguntas en la cabeza, preguntándonos qué es lo que podemos hacer el 26 de abril, qué vamos a hacer con el artículo 22, inciso segundo, que creo que ha sido un gran tema que no se ha abarcado de la manera correcta”, acota Jorge Montes, socio de Parga, Montes & Vasseur Abogados Laborales.
En esa línea, el socio y director del equipo laboral del estudio Albagli Zaliasnik (AZ), Jorge Arredondo, apunta que “no solamente cambió la ley, también cambió el criterio, porque también a propósito de fiscalización superior inmediata, le pusieron el tema de la automatización. Entonces, hay un cambio también respecto a los elementos relativos a la fiscalización superior inmediata”.
El director Nacional del Trabajo, Pablo Zenteno, recordó la emisión del dictamen de carácter general sobre este asunto. Según recalcó, han dicho muy claramente que no pueden elaborar un listado de situaciones “donde van a caer o no”. “Eso sería ponernos en una situación efectivamente muy compleja, porque el mundo del trabajo, la tecnología hoy día permite organizar no solamente los procesos de control, de productividad, sino que también la propia organización del trabajo”, dijo, agregando que “vamos a tener que ir viendo caso a caso situaciones que se vayan produciendo”. Pero insistió: “Creemos que los lineamientos de la ley y el dictamen son muy claros para que ya se vayan tomando las decisiones al respecto”.
Los retos internos que asume la "gran ley" del año
Más que la denominada 40 horas, la “gran ley” de este año –al menos para la mayoría de los panelistas- es la ley Karin, norma que también incluye el concepto de “violencia en el trabajo”, el cual se refiere a al violencia ejercida por terceros ajenos a la relación laboral.
Para Jorge Arrendondo, socio y director del equipo laboral del estudio Albagli Zaliasnik (AZ), esta iniciativa implica “un cambio en las relaciones laborales” al modificar el paradigma de conflictividad. Esto, explica, porque las empresas no están acostumbradas a lidiar con conflictos internos, con tomar imparcialidad respecto al acto de tomar una medida de resguardo, de tener que investigar directamente y evitar eventualmente que esto pase a terceras personas.
Mientras, los sindicatos, comenta Wendoling Silva, también exjefa del Departamento de Relaciones Laborales de la DT, están en una etapa “un poco más lenta”. “Creo que todavía están en este proceso de ir entendiendo de cómo les va a afectar. Creo (que están) más preocupados de 40 horas en este momento, más que de ley Karin”, afirma.
De todas formas, Silva planteó algunas aprehensiones en términos de la investigación. Relató que “finalmente a quien se investiga, a quien se acusa, solamente tiene su intervención en la entrevista inicial, como está dado hoy día y no hay un proceso como se da en el servicio público, que al que se somete a un sumario se le dan cargos y tiene posibilidad de hacer su descargo, o sea, se lo entrevista y posteriormente se sanciona, se establece una conclusión y que puede terminar en un despido”.
Jorge Montes, socio de Parga, Montes & Vasseur Abogados Laborales, enfatizó que tienen un gran desafío las empresas, particularmente el área de recursos humanos, en implementar nuevos estándares preventivos en las empresas. Pero, principalmente, señaló que el mayor reto dice relación con la capacitación de las jefaturas y los supervisores en las empresas. “¿Por qué? Porque el problema no va a estar en el gerente, en el operario, el problema va a estar en el jefe del operario, que es el mando medio”, puntualizó.
En la Dirección del Trabajo están trabajando en un informe que tienen que enviar al Ministerio y que será parte del presupuesto para la emisión del reglamento que establecerá parámetros a los que se tienen que someter las investigaciones por materia de acoso laboral y acoso sexual y violencia. “Pero por otro lado es muy probable que tengamos que cambiar nuestras propias órdenes de servicio y circulares, pero además apostar también por un refuerzo del área en materia de derechos fundamentales, porque es innegable que hay una expectativa respecto de cómo la institucionalidad del Estado se va a hacer cargo de esto”, añadió Zenteno, quien también, agregó que vendrá un dictamen en la materia.